No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

viernes, 18 de junio de 2010

Fall.

Comenzar escribiendo palabras insignificantes en un
lugar que nadie visita, y que si alguien lo hiciera no
leería más de dos líneas porque lo que vio no le apeteció,
pero que en el fondo cada letra fue escrita con tanto
poder de sentir, cada palabra no es pensada dos veces,
porque salen espontáneamente de un lugar muy interno,
y... que honesta mente son escritas sólo para ocultar lo
que en verdad es necesario sacar de a dentro. Porque de
un día para otro fui otra persona, porque ayer, yo era
una persona fija, inmóvil, llena de oscuros secretos que
la hacían verse más interesante, era de sólo una visión
a la vida: Vivir, ser feliz, gritar, cantar, nunca llorar... y
era tan fácil para mí cumplirlo. Porque hoy soy todo lo
opuesto, y que de cada mil sonrisas sólo 3 son verdaderas,
que de cada millones de lágrimas no hay una sola falsa,
porque caen y me hacen mirar un punto fijo, pensar en
todo, y no querer más, sentir que todo está mal, que nada
tiene remedio y que las cosas siempre serán así. Porque
ayer dije que nunca más, dije Adiós, me propuse intentar
avanzar y dejar todo atrás, hacerme ver a mi misma que
este cuento ya terminó y no hay vuelta atrás, que no
puedo seguir pensando en que esto puede ser algo muy
entretenido, en que esta puede ser mi gran oportunidad,
que yo soy la mala, que yo soy la ganadora, porque las
cosas no son así y tuve que admitirlo, pero no pude. Olvidé
todas los adiós y volví a decir Hola, porque seguí escribiendo
sola el cuento, creando una vida feliz para mí, y justamente
por eso el cuento jamás será publicado, porque es ridículo.
Porque cuando vi tu estado, algo pasó en mí que por fuera
no se notó, pero por dentro se encendió un fuego, de pura
ira, de miedo, calleron cenisas porque me sentí rendida...
quise mandar todo lejos, porque no aguanté ver cómo vives
mientras yo muero, cómo disfrutas mientras yo me desvanezco.
Estás allá... y yo estoy del otro lado, buscando el opuesto
de ti, y el correcto para mí.


Don nadie, ¿No es curioso? don Nadie. Ella una vez creyó...
en cada cuento que él tenía por contar... un día se endureció...
tomó el otro lado... miradas fijas vacías... desde cada esquina
de una celda de la prisión compartida... Sólo uno escapa...el
otro queda dentro del hueco... y aquel que olvida...
será destinado a recordar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario