No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

martes, 30 de octubre de 2012

Alguien

Evidente proceso en donde la desesperación te supera cuando te das cuenta de que no sabes cuál es la finalidad de tu visita por este mundo. Y así comienzas a sentir que no eres nadie, y peor aun, notas que todos los que te rodean, son alguien, en cambio sólo tu eres nadie, porque todos se destacan por alguna razón, sin embargo tú... te mantienes en la línea de la mediocridad.

Y quieres ser alguien! o más bien, que vean que eres alguien en este mundo.

domingo, 21 de octubre de 2012

Palabras para aquello que se hace llamar amor.

Tú. Sí, a ti te hablo. No sé quién eres, no sé qué forma tienes, ni de qué color son tus ojos. Tampoco sé qué edad tienes si es que la tienes... no sé si el día de hoy estás vivo o muerto, tampoco sé si en realidad existes.
No sé absolutamente nada de ti, pero estoy seriamente intrigada con respecto a tu indiferencia. No entiendo por qué nunca tuve la oportunidad de conocerte... en un comienzo pensé que no estaba en edad de hacerlo, pero hoy me di cuenta de que hay algo que va más allá de los años y la experiencia, algo que me impide verte, y siempre separa nuestros caminos, y ese algo se dedica a enviarme hacia el norte mientras tu vas al sur. Con el paso del tiempo, creí haberte conocido más que cualquier otra persona, supuse que estabas dentro de mí y por fin ya te había descubierto. Eso me pasó aproximadamente unas tres veces. Sin embargo todo resultó ser un mal entendido, y efectivamente en esas tres ocasiones te confundí con alguien diferente. Luego de esas malas jugadas, me prometí a mi misma no volver a caer, y honestamente no te he vuelto a confundir nunca más. Pero tú y yo seguimos estando en extremos totalmente alejados... y aun no tengo la posibilidad de conocerte.
No sé si quiero encontrarte, lo más probable es que no, a pesar de estarte buscando constantemente. Si sé que cuando te acerques un poco a mí, yo me voy a arrancar, y ya no será la vida ni el destino los responsables de nuestra separación, sino más bien yo, porque ahora te temo más que nunca, y no quiero que seas parte de mi.
He visto como te introduces en la vida de las personas, y generalmente metes las patas. Las haces cambiar, y las obligas a abandonar su verdadera identidad. Haces que su moral se caiga y siempre terminan algo locas gracias a ti. 
Sé también que has traído mucho gozo y felicidad. Pero eres un mortal y siempre hay algo que acaba con lo más lindo de ti.
Por eso yo te tengo miedo, y no permitiré que te acerques a mi. Aunque reconozco que sigo intrigada, y muchas veces siento deseos de verte aunque sea de lejos... y poder alzar mi mano para saludarte. Sentirte por un momento y luego olvidarte. No quiero morir sin descubrirte, y poder decir que yo también te conocí. Pero hay algo, que sigue impidiendo este encuentro, en esos momentos en que yo doy un paso para dirigirme hacia donde estés, ese algo te desvía y yo no puedo hallarte. Lo peor de todo, es que ya he observado la parte física de ti, ya te vi  y te seguí, pero primero tu no te diste cuenta de mi existencia, y luego de notarla, me ignoraste y seguiste tu camino.
Creo que te odio.

Azucar al café - Manuel García

viernes, 12 de octubre de 2012

¡Estamos aterrizando!

Tal vez ya no te temo, y el motivo de hoy dejó de ser el miedo. Me agobias, sí, pero por el sólo hecho de tener las manos en el volante de mi automóvil, y así tener la idoneidad de conducir mi vida, mis caminos y recorridos.
Esta noche te colocaste frente a mis ojos y me demostraste algo diferente. Me hiciste ver que el paso del tiempo además de ser algo que no puedes controlar y que te desespera, es también un viaje, larguísimo, pero sin embargo, no te demoras nada en llegar a tu destino. No obstante, durante el vuelo sueles aburrirte, notas que has terminado de leer tu libro,  y no te gusta mirar televisión. Tampoco quieres dormir, porque ya has descansado lo suficiente. Buscas qué hacer y definitivamente no hay nada. Es entonces cuando miras por la ventana y comienzas a soñar, imaginar y a desear, que el tiempo avance un poco más rápido porque lo único que quieres es acabar con ese largo viaje que te tiene muy fastidiado. Pero ¡Hey! no te diste cuenta que aquel vuelo, era tu vida, y desear que el tiempo avance rápido, es desear que el tiempo acabe con ella... y eso no es lo que realmente querías. Claro, cuando ves que el avión está a punto de aterrizar, comienzas a tiritar, a sudar, y llorar... lloras mucho, porque sientes ese arrepentimiento asqueroso, de haberte saltado etapas tan maravillosas y hueles la nostalgia que se introduce en tus narices y permanece en tu pecho. Lamentas tanto no haber visto más allá de lo que todo suele parecer, de no haber notado que ese viaje, no era un simple viaje, como aparentaba, sino que era mucho más, y ese aburrimiento fue sólo parte de tu inmadurez, que no te permitía sentir la hermosura de lo que estaba sucediendo. Y sí, el avión ahora está aterrizando, pero eso no dice que vas a morir, sólo dice que ese viaje ha terminado, y ahora debes ir por otro vuelo.
Supongo que ahora aprendiste la lección: Los malos momentos no se enfrentan deseando que desaparezcan solos o con la ayuda del tiempo. Cuando tú aprendes a superarlos es todo mucho más bonito. Y en fin... ese no era el punto, lo sé, me desvié un poco. Creo que necesito dejar de pensar en que soy el ser más raro de este planeta, en el sentido de que me contradigo de las formas más ilusas: "Odio esta rutina, me enferma, me desespera, no soporto la rutina. Pero ya me acostumbré a ella, y no me interesa que el futuro me traiga algo mejor, sigo prefiriendo esta maldita rutina".

Thin Air - Pearl Jam.

viernes, 5 de octubre de 2012

Sólo quiero estar aquí

Aquellos eran unos momentos fantásticos, que no quiero dejar atrás, pero la verdad es que tampoco quiero regresar a ellos. Hoy descubrí, que los recuerdos no lo son todo. Si bien construyen gran parte de mi vida e identidad, es el presente el que me hace amar la vida. Y deseo tanto este mismo momento, que no quiero hacerlo parte de mi pasado, no quiero que esta rutina sufra una metamorfosis y se encierre en un baúl. Simplemente no quiero más recuerdos, porque ya me ahogan, mi memoria guarda tantas circunstancias que a medida que el tiempo pasa, va desechando algunas para hacer espacio, sin importar cuáles son las más importantes y cuáles no.

Lo siento, pero aunque me ofrezcan una vida llena de lujos y alegrías, seguiría prefiriendo esta vida, porque acá está todo, y he encontrado el mejor de los sentidos. 

No quiero cerrar más etapas. Tampoco quiero comenzar otras nuevas.