No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

domingo, 27 de septiembre de 2020


Durante mi adolescencia más oscura escuché demasiado grunge; un género musical del que gustaba porque sentía que a través de él podía explicar esa sensación que me invadía constatemente de no poder encontrarle sentido a la vida, a vivir. Pensaba que iba a ser una etapa, que era parte del proceso de cada ser pasar por momentos de autoflagelo y depresiones inventadas que sólo buscaban un lugar en este mundo. Aun siendo pequeña estaba conciente de que no podía vivir así toda mi vida, y me aprovechaba de mi inmadurez para justificar mis llantos silenciosos y mis horas ahogándome en un mar de historias falsas mientras me alejaba de la realidad por medio del grunge en mis oídos. Total, cuando fuera más grande iba a dejar de ver las cosas así, porque había que crecer y colocar los pies en la tierra. Bueno al parecer no todo fue tan así. Estoy aquí a mis 25 años escuchando Pearl Jam y escribiendo en el mismo blog que utilizaba en esos entonces. Creo de hecho, que lo único que ha cambiado ha sido mi forma de escribir, y claro, el objeto inspirador que siempre muta; pero el motivo es siempre el mismo: la pena, la nostalgia y la falta de sentido a estar consumiendo oxígeno en estos mismos momentos.

Han sido demasiadas partidas a mi al rededor. Siempre he creído sin ningún argumento coherente que la vida nos daña hasta donde podemos soportar. Hay quienes soportan rompimientos amorosos desastrosos hasta gente que soporta quedarse totalmente sola. Y la vida camina junto a ti disparándote hasta herirte a tal punto de que casi caes inconciente, pero ahí se detiene, ese es su límite, verte derramar sangre y llena de heridas por todo el cuerpo, te puede quitar las piernas, los brazos, los ojos, te puede incluso dejar en estado de coma por un cierto tiempo; pero finalmente no te mata, sabe cuándo y dónde detenerse dependiendo de cada persona. Y quizás por eso me cuesta encontrarle sentido.

Hoy me preguntaba sobre el dolor. ¿Qué componentes químicos puede tener el dolor? ¿Quién lo inventó? porque prácticamente, el dolor es parte de nuestro día a día. Lo odiamos pero no podemos vivir sin dolor. Nos duele todo, dolores físicos y dolores emocionales. Estamos constantemente expuestos al dolor. ¿Será que a veces la vida se equivoca y sobrepasa los límites de dolor que puede entregarle a una persona y por eso hay gente que se suicida?. Siempre he creído sin razón alguna que la vida nos daña hasta donde podemos soportar, pero sin duda se equivoca un par de veces, o lo hace con intención, quién sabe.

Me ha costado tanto volver a escribir. Yo creo que es porque necesito estar triste para hacerlo, o tener algún sentimiento similar. Y no es que no haya estado triste, al contrario, he estado tan triste que he levantado una guerra contra la tristeza. Una revolución que encabezamos unos cuántos porfiados que no se quieren someter a la imposición de dolor que nos ejerce la vida. Así que en ese transitar de resistencia ante la pena me he sentido incapaz de desarrollar párrafos. Además, ¿te acuerdas cuando tuve una linda historia que quise comenzar a escribir en un cuaderno pero que sin razón ni sentido alguno la pausé? y que tiempo después me di cuenta de que lo hice por miedo a continuar escribiendo recuerdos que quedarían de algo roto, de algo que terminó siendo una mala jugada. Fui intuitiva y gané, ahora no tengo mayores memorias de aquella anécdota. Hoy no sé qué clase de historia tengo, ni siquiera sé si tengo una; pero me he rehusado a dejar registro de mis sonrisas porque sigo teniendo miedo a que se esfumen dejando imágenes de mí muerta nuevamente. Si me muero, no quiero que me hagan una autopsia y se revele que me morí de pena porque la vida no supo controlarse conmigo.