Vete. Comprendí lo correcto, descifré los códigos y aquí estoy ahora, dejándote ir; aceptando que no puedo forzar el nacimiento de una historia,  y no debo idealizar un futuro, una sonrisa, una perfección; porque pueden resultar todo lo contrario. Estoy pagando por  el poco tiempo que duró todo, con una imagen extraordinaria en mi mente. Pero no la quiero, porque es falsa, es una imagen que yo creé, un personaje que yo imaginé, una personalidad que yo inventé. Por favor, vete.

Soy un florero sin agua.

Los días de cárcel interna se han extendido mucho más de lo que yo suponía. La piedad no está siendo parte de mi, no quiero que mi alma huya aun, no lo merece. Grandes estructuras montañosas revelaron el código de la indiferencia; y ahora cualquier idiota que lo sepa, tendrá el placer de romper ilusiones de adolescentes enamoradas del amor. Entonces... ¡adelante!, poderosos y enormes seres existentes de este mundo, traídos acá para mentir desintencionadamente, regalarle flores a un florero vacío para después olvidarse por siempre de echarle agua... dejandole al florero una carga de flores marchitadas, sin vida, sin sonrisas. Ustedes, que tienen esa gran capacidad de utilizar la mente por sobre cualquier otro órgano; que pueden olvidar rápidamente, y controlar todo tipo de sensación, recuerdo u deseo. Aquí estamos, para que cumplan con su objetivo, para que lleven a cabo su don. Aquí estamos, recostadas en el suelo esperando las flores, con el agua a mano por si se les olvida que también nosotras necesitamos hidratación. Aquí estamos.

Quizás mañana piense en pedir ayuda. El Dios no me responde ante este tipo de situaciones, es más, me aplica el sagrado código de la indiferencia. Pero no lo culpo, es comprensible. Dan asco estas historias, y los ojos de todos vemos a diario tantas cosas en los caminos que escogemos, que sería imposible sentarse y ponerle atención a un berrinche de adolescente enamorada del amor. 

Sólo diré que te veo, te veo siempre. Estás siempre cerca, y yo... estoy escribiendo sobre eso, porque no puedo hacer nada más al respecto, y eh, ¡Jajajaja!, te comparo con las nubes a veces, gracias a una canción de un tipo que creo que odias, pero yo no. Te quiero decir que, intentaré en lo más posible no ser una molestia, evitaré mirarte, seguirte, pensarte. Para que después no sueñes conmigo, -según los mitos de internet-. Quedan más de tres año, es mucho tiempo, así que esperaré a que te vayas aunque sea de la primera puerta, -la mía- y llegue mercadería nueva. Eso es lo único que puedo esperar, eso.

En mi almohada de estrellas, me detendré al mirarte...

Nabundearé - Nicole Bonout