No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

viernes, 19 de abril de 2019

La gente mayor no lo entiende, porque no se ajusta a épocas remotas, los conservadores tampoco, porque se aleja de lo decente, los liberales menos, porque va contra la convicción, ni los intelectuales, tampoco los profesores de música. En verdad casi nadie lo entiende, porque no es necesario entenderlo, sólo se siente. Se siente ese cosquilleo en los pies que mientras sube se va convirtiendo en pequeñas llamas de fuego que crecen con la bencina de las venas y llegan a ser una explosión en las caderas, en las extremidades, en la cintura, en los pechos y finalmente en el cuello. Más arriba todo se mantiene a una baja temperatura. Es vil, ordinario y pecaminoso. Ardiente y deseable, sin pretenciones.