No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

domingo, 5 de julio de 2020

Que único y necesario te hay vuelto.
No tengo cuadernos, no tengo oídos, ni tacto, ni cercanía. No tengo inocencia, ni drogas, ni utopías que me encierren en espacios inexistentes. Ya no creo mundos fantásticos, no tengo vías de escape, ni pasarelas, ni túneles, ni trenes, ni escenarios, ni nada.

Que difícil es poder entender a alguien que nunca ha entendido nada; quizás porque no puede, porque en su infancia nunca le enseñaron la importancia de escuchar a alguien más que no sean los mismos ídolos que tu te haz creado, de entender más allá de cómo se ha potado la vida contigo. A veces no me encuentro, porque no tengo de dónde haber aprendido tantas cosas que tengo guardadas desde niña y que nunca se fueron de mi, y yo sé que no fue la escuela, pero tampoco fue la crianza. Yo no soy como tú, y debería sentirme bien y orgullosa de eso, pero no puedo evitar sentir dolor por tu falta empatía, por tu bondad que es devorada por el orgullo y el individualismo. Mi forma de ser es tan distinta a la tuya que a mí me duele ver cómo me alejai de ti. Ver cómo tení todas las facilidades posibles para que las cosas estén bien entre todos pero tu insensatez se dispara. Así es como dejamos en evidencia cuán poco valor tienen los números en la madurez mental y psicológica, cuan absurdas son las jerarquías, porque lo mayor no te quita la ceguera, y cualquier niñe es capaz de razonar más que tu.

Perdón si mi paciencia está llegando a su límite, la estiré lo más que pude, pero ya no está resistiendo tanto y se está cortando de a poco. No puedo hacerme cargo de tantas cosas que no están bajo mis manos.

sábado, 4 de julio de 2020

Ya no necesito volver a despedirme

Le agradezco a la lluvia en estos momentos por ensordecerme, por no dejarme escuchar lo que pasa afuera de esta habitación, y afuera de este lugar, más allá de los limones y los naranjos, al rededor de esos cáctus y macetas de aloe vera. Le agradezco porque ya no soporto los quejidos de dolor, no me dejan concentrarme, no me dejan dormir, porque solo representan desgracia y estado de prisión. Sólo me dicen segundo tras segundo que ese es el lugar donde nunca quiero estar. Pero quién sabe qué pasa con las demás personas, quién sabe qué es lo que quieren y a qué le temen. Yo sólo soy dueña de mi vida, y de mi muerte; no de la decisión del resto. 

Le agradezco por inundar estos agujeros profundos cavados hace años, que nunca fueron arreglados. Le pido que por favor hidrate cada poro, uno por uno, para que esos años de infancia perdida y traumas normalizados dejen de seguir buscando arruinar más vidas. Le pido que se inserte en esas semillas que ya están secas porque nadie se preocupó de cuidar, y hoy la furia en forma de espíritu empuja cada avance hacia el abismo, son demasiados los fantasmas que se interponen entre una búsqueda completamente paciente y sincera.

Por qué será que aun queda algo de mí que no quiere rendirse nunca. Cuál es la porfía de mi alma, de dónde nació tanta rebeldía, a veces me supera no poder controlarla, porque me canso, me canso de la vida, de estar aquí, pero nadie más que yo sabe lo que yo, que la oscuridad ha caducado en mí, y me perdieron. 

Pero si puedo abrazar, gritar y sonreir, aun... hago falta aquí?

Más que temor a lo incierto, estoy cansada de la incertidumbre en todo. Si todo se acaba que se acabe hoy, no necesito despedirme más.

Lo único feo es no tener por qué vivir - Boom Boom Kid