No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

jueves, 28 de mayo de 2020

Tonterías y clichés

Aquí estamos nuevamente.

Quizás me haya aburrido de los quizás. De las opciones, de las probabilidades, de las conclusiones. Estoy harta de las conclusiones de los ensayos de vida, porque al final una llega tan cansada por haber derrochado toda la energía y la imaginación en introducciones y desarrollos que sobre su propia historia escribe lo primero que se le ocurre, chamulla, inventa, se olvida de las objetividades y la percepción personal se dispara hacia las respuestas que menos queremos oír.

Siempre quiero huir de la verdad. La humanidad está tan atrapada en un círculo vicioso de traumas y problemas mentales que rara vez te ofrecen una verdad agradable. Y como estoy metida en el mismo círculo, me gusta inventar justificaciones para las actitudes de las demás personas, porque me encanta darle oportunidades al amor; toda mi negatividad cotidiana con todo se compensa con lo positiva que soy respecto a las historias románticas; y sí, hablo de romanticismo, no de amor romántico, de romanticismo sin envenenarse. Y como ya no doi más con los quizás, me tendré que adaptar a las decisiones. 

Las películas hacen que uno de los personajes pregunten ¿por qué la gente buena está con gente mala? para que el otro personaje le responda "porque la gente se involucra con lo que cree merecer"; y lo resume todo, pensando más allá de gente buena o mala, sino que siempre aceptamos que nos den menos de lo que queremos o de lo que nos hace bien, porque supuestamente no merecemos más. Y lo repetimos siempre, así que hoy puedo definir qué es lo que quiero sin verguenza a admitir que dentro de mi vida seria y centrada, también hay un espacio infinito para tonterías y clichés.