Estoy demasiado relajada como para pensar si las cosas se están haciendo bien o no; demasiado soñadora como para despertar y demasiado calentita como para desnudarme.
Algo mejor, mucho mejor; mucho mejor que un viaje de cinco días y que una familia en el sur; algo mucho mejor que compartir unas cervezas viendo un partido de fútbol. Algo más completo, acompañado de más risas, de más tranquilidad, seguridad.
Y aquí está, siempre ha estado aquí.