No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

miércoles, 25 de agosto de 2010

A tempting sin



He cruzado la línea, esta vez... sobrepasé el límite, no quise detenerme
a pensar por un segundo en lo que estaba haciendo... sólo quise
nuevamente vivir el momento, sonreír de nervios por una vez más,
aún reconociendo que esa sonrisa se difuminaría en menos de 5
minutos...pero nada me importó, porque pude sentir como la nieve
caía sobre mí, como una pluma recorría mi cuerpo, haciéndome
cosquillas… por tan sólo sentir tu esencia a través de un aparato…
por tan sólo oírte. Ya sé como son las cosas, y sé cuál ha sido mi
drástico cambio, sin embargo, agradezco esas palabras que si
en cierto sentido fueron hirientes, lograron ponerme un espejo en
frente, más una foto del pasado… y pude darme cuenta de quién
soy ahora… Sé, que los decepcioné, que antes yo era feliz, que mi
risa de hora y media los contagiaba a todos, que las veces que lloré
frente a ustedes fueron de tanto reír, o bien en lindos momentos
emotivos… sé que antes la vida me importaba, que tenía sentido
para mí seguir adelante, por ustedes, por mí, que había una
motivación presente, quizás más de una, que me hacía ser como era,
sé que yo amaba el verano, amaba el invierno, amaba cada estación,
cada clima, cada día y cada noche… sé que antes me preocupaba
demasiado por mí misma, porque tenía un cierto aprecio propio…
que me vestía bien porque sentía que la vestimenta era una
representación de física de cada persona, y una manera de dedicarte
tiempo… sé que antes mi dignidad estaba más arriba del cielo,
que yo era quien ahora jamás podré ser. Y también sé que todos
aquellos aspectos han muerto… cada día de este año… fue creciendo
la locura, disminuyendo el nivel de preocupación, y el amor por
la vida… sé que mis mañanas ya no son las mismas de antes…
porque no me importa si mi pelo tiene friz, si tiene ondas deformes,
si amanecí con muchas ojeras, no me importa si tengo los labios
pálidos… tampoco me importa ir con el chaleco de mi mamá
que me quedaba enorme… no me importaron sus comentarios,
sus opiniones, ya no me importa la opinión de la gente. Sé que
esperé tanto para que estos días llegaran… y ahora no les doy
importancia… sé que debería estar feliz, más feliz que nunca, sé
que el motivo de no poder concentrarme debería ser una visión
realista a un futuro próximo… sé que debería estar loca por que
llegue luego ese primero de octubre, pero no es así, y también me
duele saber que no es así, me duele escucharme decir tan claramente
que la fecha que deseo que llegue pronto sea otra, ver que quien
me hace volar lejos de la realidad… ya no es quien todos piensan…
sé que ya no soy la misma, sé que no pueden acostumbrarse aún
a verme el día a día del presente… pero soy tan inútil que nada
puedo hacer para arreglar esto. No es la adolescencia que yo
quería, y sólo me falta una cosa… pero sin ese algo no puedo
quedar conforme, es un vicio, un pecado tentador... una irresponsabilidad
gigante que me hace quedar como quién sabe qué… hacer que mi
esfuerzo no valga nada… porque al momento de concentrarme, miro
por la ventana, miro las aves, los árboles, las casas, el cielo… y
siento deseos de volar lejos, acomodarme en una bóveda, y cantar,
sentir una soledad relajante, que en poco tiempo será evadida por
un sueño hecho realidad. Quiero recuperar parte de mi vida pasada,
y quedarme con algo de hoy… quiero… quiero lo que necesito,
lo que me dijeron que necesito, no cualquier cosa, si no ese
algo específico.


Man of a thousand faces - Regina Spektor.

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