No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Adiós año lleno de cosas


Bien ya he dicho, que para mí esta fecha de fin de año, no significa nada más allá que un cambio de números en el calendario. Pues todo ese tema de los cambios y cosas no me lo trago, ya que uno puede cambiar su forma de ver la vida todos los días del año, no porque finalice uno quiere decir que vamos a comenzar de cero. No, eso se puede lograr cualquier día.
Pero en fin, independiente de lo que piense de esta fecha, es inevitable escribir sobre lo ya vivido, porque no son menores todas las cosas que pasaron, buenas y malas, pero al fin y al cabo inolvidables.
No sé si es intencional, pero siento que cada año que pasa se torna más "raro" y más inolvidable. No me gusta definirlo como bueno o malo, simplemente, viví muchas cosas.
El 2012 partió sensacional, según lo que recuerdo. Yo estaba con todas las pilas puestas, pensando en mi futuro, y con una mentalidad mucho más positiva de la que suelo tener. Y sin duda, pasé momentos increíbles (hablando sólo del principio) como por ejemplo, los 3 conciertos en los que estuve entre marzo y abril: Roger Waters, Opeth y Steven Wilson... días que siempre son gratos al fin y al cabo. En Abril comencé a ir al preu, muy motivada, sin saber que terminaría odiando ese lugar, no por el ambiente, si no por el cansancio que me provocaba y la frustación de saber que sólo malgasté dinero.
Al pasar lo meses fue cuanto todo se tornó muy raro. Como nunca, quise a mi curso, me encariñé, lo pasé tan bien con ellos, y en serio lo digo, nunca antes me había pasado. Fueron únicos, me aceptaron tal como yo soy, con mi carácter odioso e irónico, me hicieron parte de ellos, eramos todos tan distintos y a la vez tan unidos... así que ¿cómo no quererlos?.
Y así se siguieron dando las cosas. Momentos tan tristes como la pérdida de la profesora Olga, fue algo tan nostálgico y melancólico pero que sin duda, me abrió la mente en muchos sentidos. Creo que fue la segunda vez que lloré en público. Aunque como siempre, nadie me vio, a excepción de la profe Francis que me hizo llorar aun más. 
En momentos me sentí tan abatida, sabía perfectamente que lo que hacía no era tanto, pero me sentía presionada, y no por la gente, si no por mi misma. Y eso lo llevé a aislarme, a buscar refugios y alejar a las personas de mí. Estuve casi un semestre sin hablar con mi mejor amiga, y a única razón, es que ambas estábamos viviendo cosas nuevas y ambas estábamos bajo la misma presión, que nos llevó a tomar actitudes tontas y sin sentido. Bajo ese mismo período me sentí sola, sí, pero eso no me afectaba, me gustó cada vez más la soledad. 
También, durante el año vi dos veces a una persona que, con toda a verdad de mi corazón dije que no quería volver a ver nunca más. Dejé atrás cosas que creí que nunca se irían, y hoy, no son parte ni del más mínimo grano de mi ser, no ocupan ningún lugar en mí. Debido a eso, me sentí tan fuerte en un par de instancias, sentí que me levante de las peores caídas y me transformé en una roca, que jamás volvería a equivocarse, me sentía segura de todo que decia, sin embargo, no tardó en llegar el día en que nuevamente me debilité, y eso, está pasando hoy, ahora.
Y en fin... fueron tantas las cosas que ya hasta flojera me da acordarme. No quiero caer en la nostalgia así que finalizaré aquí:

Gracias infinitas a todos los que formaron parte de mi vida. Hace muy poco aprendí a valorar a quienes han estado conmigo, y a ver lo maravillosos que son. Entendí que cuando no esperas nada de nadie, llegan seres fantásticos a tu vida y hacen que cada día que compartes con ellos sea un día especial.
Gracias a mi familia, que es la mejor de todas, aunque tengamos nuestros mini problemas, siempre para mí va a ser la mejor.
A mis amigos, antiguos esos que tengo desde que soy chiquitita y aun no puedo creer que estén aquí conmigo. Y también a esos que llegaron hace poco, pero en un corto plazo se transformaron en fundamentales.
A mis ex-profes, que se convirtieron en mis amigos, mis confidentes, y pasé momentos tan agradables con ellos, aprendiendo y compartiendo. Y sin duda me dejaron contentísima de saber que los tendré en mi vida.
Y bueno, segunda vez que lo digo: Gracias a la vida, que algo quiere que aprenda y aun no sé que, pero bueno, que me ha dado tanto...

¡Salúd!

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