Las mariposas marchaban tan bien. Mirando siempre al frente, siguiendo un camino recto, sin irrupciones, sin piedras en el camino, siempre hacia el norte, y de pronto... no sé bien qué bebieron pero se volvieron locas, y comenzaron a revolverse entre ellas y girar en círculos, creyendo que podían hacer lo que quisieran, cuando yo siempre les advertí que no eran mariposas libres, y jamás podrían serlo, porque su libertad me encerraba a mi, y yo soy quien debería estar libre. Creo que tendré que escupirlas.
¡Espera un momento! Yo no hago esto por orgullo, ni por mantener mi palabra, yo más que ustedes sé que todo lo que he dicho no es más es un escudo, para más adelante evitar las risas y las lástimas que sé que de alguna manera llegarán. Pero de todas formas no quiero que esto pase. Y nunca, nunca había hablado tan en serio, no quiero. Me desespera pensar que algo aquí dentro está creciendo y de una manera tan errónea, me apena notar cómo estoy recreando la misma equivocación de siempre, e incluso peor, cuando se supone que ya había aprendido la lección.
Me sentía tan fuerte y tan segura de mis actos y palabras. Tan satisfecha de haber sido capas de enterrar todo, y desligarme del más mínimo sentimiento, tan libre, y tan madura. Sentí que de tantos porrazos aprendí muchas cosas. Pero hoy esos aprendizajes no se están haciendo visibles, y yo realmente quiero ponerlos en práctica.
No quiero de verdad que no quiero, no quiero y tampoco puedo. Sería un atentado conmigo misma el dejarme caer en lo mismo nuevamente. Ya no sé si seré capas de resistir otra bala en mi cuerpo. No quiero estar en el medio, no quiero ser parte de ellos, no quiero que crean que soy débil, no quiero jugar conmigo misma, no quiero volver a esperar, no quiero algo nuevo, no quiero sentirme niña, no quiero soñar cosas maravillosas, no quiero estar encerrada en mis propios cuentos, no quiero... No quiero y no puedo.
Aléjate por favor, porque yo no puedo.
Coldplay - See you soon
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