No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Cry for you


Hola, creo que han pasado días, no sé exactamente cuantos pero sé
mi mente ha estado tan colapsada que le fue imposible desarrollar
palabras con cohesión durante esta semana. Han pasado tantas
cosas en tan poco tiempo... supongo que ese es uno de los graves
errores que hacen terminar mal las cosas... la eficacia es tan
fundamental en esta historia, en sólo un día, quizás menos... todo
puede cambiar, las palabras, el pensamiento y lo que sientes...
y hoy siento que algo debo hacer, que de algún modo tengo que
impedir que este cuento forme parte del círculo vicioso que me
condena por el resto de mi vida, tengo que evitar que se siga
repitiendo una y otra vez la misma historia, esta vez... yo tengo
que actuar, no dejar que las cosas pasen, que te llegue todo en
bandeja, no puedo permitir que esto termine acá, hoy siento
deseos y ánimos de cambiar el destino, me siento capaz de hacerlo.
Son tantas las ganas de estar lejos, que los pocos días libres que
he tenido... me dan un extraño parecer, cómo si fueran muchos...
una sensación de no tener que volver... de ya ser libre, pero no
es así y me mata admitir que mañana volveré nuevamente a
prisión. Quiero contar... los cambios que han ocurrido esta semana,
ya que son exageradamente drásticos, antes de que ocurriera
tal acontecimiento... antes de aquel día tan esperado... era todo
feliz, en un sentido propio... pues son tantos los años que no sentía
esa ansiedad... la última vez que viví esto creo que fue en mi
primer día de Kinder... o cuando era niña y faltaba poco para
navidad... es exactamente la misma sensación... esa que no me
deja comer, dormir, esa que me activa de una manera muy extraña,
me provoca ánimos de salir, de ordenar, de leer, de estudiar, de
pensar... ánimos de querer, de demostrar, de sensibilisarme, que
de algún modo me hace decirle a medio mundo que lo amo... que
definitivamente me hace amar, así me sentí en un momento... con
ánimos de decir HOLAAAAAAAAA! preparar todo para el día
siguiente, durante la noche fue imposible dormir... porque esas
sensaciones estimulaban una risa agotadora, un sueño que no eres
capaz de llevarlo a tu mente como un verdadero sueño, desperté
a las 7 de la mañana... y nuevamente me costó tanto volver a dormir...
en fin, me sentí tan niña. La diferencia de esta historia con mi primer
día de kinder y las navidades pasadas, es que cuando era niña... todo
lo que yo pensaba si se cumplía, era tal cual yo lo imaginaba... por
eso todo continuaba siendo alegre, ahora no... Llego aquel día y fue
tan distinto y lejano a lo que yo idiotamente esperaba, los cigarros
me fallaron, todos me fallaron... no fue el peor día de mi vida... pero
no fue el día perfecto que yo pedí como deseo, y sólo eso provocó
que a pesar de lo conseguido... al momento de subir al auto mi mundo
se derrumbara, mi vida se descontroló, y perdí la confianza en todo.
Ahora... ha vuelto a ser todo normal... como si ese día jamás hubiese
llegado. Y como bien ya dije... hoy no es un día normal... no me importa
la fecha en la que estamos, ni el día... ni el mes, sólo sé que hoy
siento que debo hacer algo, quizás fue una mala idea pedir opiniones y
consejos ajenos, porque quien no sabe el motivo te puede decir cualquier
cosa... cuando en el fondo el mejor consejo es "Juégatela, pero con
consciencia y la suficiente madurez", tan simple como eso, no quiero
dejar que las cosas sigan igual... quiero cambiar el futuro, esta vez no
seré esclava del destino ni del tiempo, seré yo la responsable de escoger
mi rumbo... el único problema, es que esto lo pienso hoy, lo siento hoy,
hoy me siento capaz... pero las cosas cambian tan rápido, que puede que
mañana esté escribiendo resignadamente que no quiero hacer nada
por que sé que nada sirve... Es una mala jugada.
Kent - 747

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