Una vez dije que nunca más volvería a dedicarle a alguien una entrada de mi blog, porque ya lo hice una, dos, tres, un par de veces, y cuando lo hago es porque en ese instante siento tanto apego y cariño infinito por esa persona, que mis dedos se vuelven locos y derraman un montón de sentimientos encontrados, anhelos y esperanzas de transformar el mundo junto a ella. Lamentablemente, la sociedad atrofiada que nos rodea, mete insectos malignos dentro de cada individuo y por eso sufrimos, hacemos daño, nos hacen daño, desepcionamos, nos desepcionan. Cada humano al cual alguna vez le escribí en este blog creo que ya no existe en mi vida. Por eso me frustré, y no quise volver a gastar tiempo, dedicación y letras en alguien que al fin y al cabo terminaría alejando su mundo del mío. Todo eso hasta que llegaste tu y ustedes. Quizás el error siempre ha sido enfocarse más en las proyecciones en vez de vivir el día a día. Hoy, y contigo no quiero cometer ese error. Quiero aprovechar esto, disfrutar de esta hermandad tan bonita que nació de manera tan espontánea.
Llegaste cuando yo ya había perdido la fe en la humanidad, en las amistades, después de tantos porrazos llegué a pensar que mi destino era estar sola, tal vez rodeada de mucha gente, pero sola al fin y al cabo. Llegaste y diste un giro en mi vida, descubrí en ti un montón de cosas que pensé que sólo estaban en mi, encontré a esa persona que comparte mis mismos gustos, mis pensamientos, mis odios y mis amores. Encontré a una hermana, una verdadera hermana, de esas por las que sientes ganas de entregar lo mejor de ti para nunca desepcionarla. Encontré a esa persona que no enconré en el colegio, ni en mi carrera, ni en los 3 primeros años de universidad. La encontré ahora y erís tu.
Nos conocimos el año pasado, pero nuestra torpeza social nos hizo acercarnos recién ahora y al parecer llevamos poquísimo siendo tan amigas, pero yo siento como si hubiésemos nacido juntas -bueno, igual nuestras mamás se embarazaron casi al mismo tiempo-.
Me gusta eso, me gusta haber descubierto tantas cosas bonitas en tu persona, me gusta saber que estay conmigo y que yo estoy contigo, que seamos sagitario y nuestras personalidades sean tan similares. Me gusta la forma en como nos complementamos, esos momentos en donde somos como las cabras chicas que pelean por un pinche y hacemos maña y nos acusamos y nos golpeamos pero siempre nos terminamos queriendo. Me gusta tener tu compañía en la U, me motiva a ir, porque se que después de cada clase forme nos vamos a juntar y nos vamos a reír o a veces vamos a llorar, pero juntas. Me gusta llevarte almuerzo como si en serio fueras mi hermana biológica, compartir pastas contigo, ataques de maña y momentos en los que ninguna dice nada pero sabemos perfectamente en qué está pensando la otra. Me gusta escucharte y hablarte, decirte cosas tontas y que nos riamos mucho. Me gusta que seas mi hermana, mi amiga, mi compañera y en serio quiero que esto se quede para siempre.
Te quiero mucho Magdalena, yo voy a dar lo mejor de mi para nunca fallarte y estar contigo siempre, en las pulentas y en las penquitas. Gracias por llegar a mi pastera vida y alegrar los días.
Feliz Cumpleaños.
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