Todo se mantiene como una línea vital; recta, fija, que en ocasiones sube o baja dependiendo del sentimiento.
Que extraño, el domingo que viene voy a estar de cumpleaños, y no estará conmigo la gente que hace un tiempo atrás creía que estaría. Ni nada será como creí que sería.
He estado durmiendo poco, pero porque despierto sola. He soñado bastante eso sí, como que recién mi mente está recordando que nunca debo dejar de soñar.
Quiero dejar la incertidumbre. Quiero un cambio, una señal que me permita dar a mi un paso, quiero volver a volar, quiero sentir que apesar de todo lo que he perdido, he ganado mucho también. Quiero que sea justo, proporcional. Mi alma no desea mal, sólo desea estar bien.
Quiero irme, irme de acá, de este lugar, eso quiero, salir, dejar de sentirme ahogada, intoxicada, quiero libertad, aire, lejanía, desconexión. Quiero azularte la eternidad, nabundear en tus ojos, pedirle al presente que se vista de tus sueños, guardar tus ojos como un sueño constante en mi almohada de estrellas, detenerme al mirarte.
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