No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

jueves, 21 de agosto de 2014

06x17 "El final"

Qué irónico que el título de esta entrada contenga el número 7. Siete años fueron, siete años hoy acabaron. La primera vez era una niña, caminando hacia la adolescencia; atrapada por un relato extraordinariamente fantástico, que se metió en mi vida, en mi forma de ser. Se coló en la fila de reemplazos; no respetó a nadie.
Era una nena maravillada con un cuento de hadas. Con un príncipe y una princesa. Con la diferencia de que esa niña llegó hasta un punto en el cual no quiso seguir escuchando la narración... porque le dio miedo, terror el tan sólo pensar que se acercaba el final y éste podía no ser agradable, ni lindo. Y como era una niña, el temor me ganó, y me hizo pausar mi vida. Apreté el famoso botón y una parte de mi se quedó estancada e inmóvil. Mientras que el resto de mi cuerpo siguió su camino, olvidando que algo dejaba atrás. Y durante ese tiempo fui un robot. Porque mi cuerpo funcionó solo, siguiendo las órdenes de un ente que desconozco. Y siempre algo me faltó por concluir. Ese algo decidí destaparlo este año, un día cualquiera, sin importancia, acepté desafiar ese pasado, creyendo inocentemente que todo lo que pasó se debió a mi infancia, y le dí la mano, estreché mi puño con el destino. No quiero hablar de lo que pasó ahora. Ya todos saben que perdí, y caí. El punto es que hoy, hoy fue el día en que todo se definía. Hoy se elevaba mi motivación para seguir o bien se decaía. Escogí un día al azar. No quise que fuese algo planeado, a última hora preferí no preparar nada, que simplemente se diera un día, y ese día fue hoy. No sé cuánto rato pasó, pero sé que fueron horas, horas interminables que al mismo tiempo pasaron volando. Y sé que lloré todas esas horas sin parar, por un montón de razones. Emoción, nostalgia, tristeza, decepción, etc. Y de repente ¡Paf!... se terminó, de la peor, pero lo digo muy en serio y lo destacaré con mayúsculas: DE LA PEOR forma posible. Pudo ser fome, poco ingenioso, incomprensible, nada de eso me importaba. Yo sólo necesitaba una cosa para quedar feliz y satisfecha, sólo una cosa: Quería que ellos terminasen enlazados de alguna u otra forma. Los quería a ellos, nada más. Fue todo al revés, y yo simplemente empecé a preguntarle a mi cabeza por qué ni siquiera con la fantasía puedo estar bien. Por qué hasta en los sueños las cosas dejan de suceder como yo quiero, como yo espero. Escapo de este lugar para estar mejor y termino viendo las mismas cosas que acá. No existe una diferencia entre lo que pasa tras un cristal y lo que pasa a tu al rededor. Sé que todo el mundo cree que son mundos completamente distintos. Pero yo sé que no es así. Terminó todo y junto a las lágrimas que se secaban en mis pómulos, me dije a mi misma que no hay escapatoria eterna. Está sólo la droga. La droga es todo lo que queda.

Pase lo que pase, yo sé que se amaban, y que después de muertos se seguirán amando. No me importa cuáles hayan sido sus decisiones. Yo sé que se mintieron, que le mintieron a la gente y que me mintieron a mi. Ustedes nacieron para estar juntos, ustedes debieron ser los protagonistas.

Esperaba que el cierre de esta etapa me ayudase a sentirme aliviada y a recuperar la energía para levantarme cada día y seguir construyendo mi camino. Pero fue todo tan decepcionante que no funcionó, y peor aun creo que mi camino se debilitó.

Que en paz descansen, Sawyer y Kate. Que vuele alto esa pareja que me mantenía viva y crédula. Que se quede siempre junto a mi esa historia de amor que escavaría entre todo el odio que siento por esas historias cursis, y se posaría frente a mis ojos para demostrarme que no siempre el amor es desagradable. Espero que nunca me abandonen. Porque pese a que ya todo murió, junto con mi esperanza, me quedará eternamente un recuerdo, de que alguna vez sentí que alguien no me mentía tras estar actuando. Descubrí que puedo sentir lo real que existe tras una obra. Gracias por cada cosquilleo que a falta de sonrisas propias, logró frenarme.

Por siempre y para siempre Sawyer y Kate. Por siempre y para siempre Lost.

No hay comentarios:

Publicar un comentario