No entiendo por qué vienen a mí recuerdos tan vagos y tan inoportunos. No tienen ninguna importancia significativa, pero sin embargo llegan a mí y de una forma tan clara como agua cristalina. Es como una bola de cristal que refleja cosas que no me interesa recordar, y ni siquiera porque me hagan mal, simplemente porque fueron cosas inferiores, sin ningún énfasis.
No sé cómo decirte que me gustai. Quiero decirlo por una simple razón: me enferma estar en esta situación en la que no sé nada, no sé que onda tú, no sé que onda yo, no sé que onda el destino. Jamás he sido tan impaciente como lo soy para estas cosas. No me gusta estar adivinando, no me gusta pasarme rollos. Por eso quiero tomar el camino rápido y sacarlo. Para quedar tranquila, para que me digas que sí y somos todos felices, o para que me digas que no y yo dejo de escribir sobre ti. Y olvido que algo me sucedió, empezamos de cero. Como siempre lo hago, ya sé que me resulta. Por eso y nada más que por eso, necesito decirte todo esto, y baf! problema resuelto.
De todas formas creo que por esta vez, no me adelantaré. O al menos haré el intento. Averiguaré primero qué es lo que dicen las cartas.
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