Miras el cristal y ahí observas como se desarrolla una historia elemental, predecible, imaginaria, que sin embargo, logra borrarte la vista, desenfocar todo lo que te rodea y crear una nueva manera de sentir, centrándose en una búsqueda errónea, una espera infinita que te encierra, te acomoda y te miente.
Hay una palabra paseándose por mi cabeza, y esa palabra, es profundidad. ¿Todos seremos capaces de sentir?, si la respuesta es sí, entonces ¿Por qué ese sentir se diferencia entre las personas dependiendo de su profundidad? Supongo que todo es parte de la mente.
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