No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

sábado, 13 de agosto de 2011

Hoy no estoy.

En ocasiones es tanto el apuro de cambiar las cosas que te pierdes por completo y comienzas a ver lo que quieres ver y a oír lo que quieres oír. El peculiar grito de los pájaros por la mañana, como si estuvieras en el campo despertando temprano, preparándote física y psicológicamente para un nuevo día, lleno de paz y naturaleza flotando, notando de inmediato esa tranquilidad que percibes al oír pájaros, ver colores repletos de  un contraste luminoso, y ese deseo inalcanzable de correr por todo el jardín, saltando, gritando y cantando, buscando nuevos caminos que van desapareciendo con cada segundo y cada paso que das. Pero basta con abrir sólo un poco los ojos para darte cuenta de que estás acá, pisando cemento, alejada de las aves y observando el desorden, los colores opacos, la escasez de vida que hoy transita por estos lados, asumiendo que la realidad es muy diferente y sin embargo es muy fantástica, porque dentro de mi realidad me cuesta creer que sucedan tantas cosas extrañas y que lleguen un millón de "coincidencias" que provocan en mí una especie exasperación, no me gusta creer en la suerte ni en la mala suerte, pero mi vida es tan curiosa, mi día a día siempre se convierte en una noche reflexiva, ya no sabes qué pensar, ni qué hacer, ni qué decir, ni qué callar, llega ese punto en donde no sabes nada y sólo quieres desaparecer por unos minutos y perderte lejos.
El rumbo que sigue tu propia existencia te traiciona, es más divertido perder el tiempo y fastidiar a alguien que ya no de más con todo, el destino construyó hasta un hogar para manejar tu vida, eres la barbie de dos manos invisibles que te utilizan para sacar sonrisas. Te mantienen desnuda dentro de una bolsa colocada en los cachureos, te ponen a prueba de creencias y les gusta ver hasta qué grado de estupidez eres capaz de llegar. Tú claramente evitas que se apoderen de ti pero igual sigues el maldito juego que te condena a vivir siempre encerrada con la esperanza en mano de que algún día todo va a ser distinto.
Caras bonitas, no bonitas, atracciones, risas, sensualidad, deseo, capitulación... y a todo súmale que también hay amor, nervios, temblores en el cuerpo, timidez, llantos y en fin, volví a lo mismo, esta vez me escapé pero me atraparon.
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