No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

viernes, 17 de junio de 2011

Qué nos prohibe el vuelo?

Hace mucho frío... y yo estoy esperando que se largue a llover, recordando momentos efímeros que son parte de un pasado, pero siempre hay una fotografía, una canción, un aroma o un comentario que me hacen volver a ese pasado. Las cosas cambian tanto... en un tiempo remoto comencé una historia que hoy deseo acabar, y aquella historia está ahí, inerte, inmóvil, indiferente a las circunstancias, esperando que una roca invisible se cruze en mi camino y yo tropieze, y caiga desenfrenadamente una vez más en sus redes. Recuerdo cuando mi prima y yo comenzamos a ir a las clases de guitarra y de salsa, que tiempos aquellos... los primeros días nos hacíamos las tontas con respecto a lo que ambas pensábamos, sin embargo terminamos confensándolo todo, las dos, como las buenas primas que somos, sentimos una leve atracción por nuestro profesor de guitarra. Como nuestros sentimientos no cruzaban la línea, eso pasó a ser algo divertido, el día que quedó grabado en mi memoria fue aquel en donde una fuerte lluvia nos impidió devolvernos solas a casa, por ende tuvimos que quedarnos adentro con él, conversando. Lo demás es fácil de percibir, mi papá llegó en su camioneta a buscarnos, y al subirnos teníamos una sonrisa que no nos la quitaba ni la cara de una pelo lais. Escribimos su nombre en los vidrios empañados de las ventanas, y así siguieron los días. Luego comenzaron las clases de salsa, y aunque paresca que somos unas sinverguenzas, lo somos, efectivamente ambas sentimos una "leve atracción" por nuestro profe de salsa. Lo divertido es saber como eran las cosas en ese entonces y como son las cosas ahora. Nuestro profesor de guitarra, al finalizar el año terminó convirtiéndose en un aburrido rutinario que fingía simpatía cuando la polola no estaba, y nuestro profesor de salsa, es gay, o eso creen todos. Ahora comienzan los talleres nuevamente, y no me quise inscribir al taller de guitarra por el sólo hecho de saber que seguiremos con el mismo profe, la verdad, es una lata verle la cara un año más. Y a las de salsa si iré, porque ese profe me cae bien, y lo que paso ahora al recordarlo me dan ataques de risa, en especial cuando con mi prima lo molestamos con un hombre. Bueno... los recuerdos divertidos nunca faltan, pero tampoco faltan los recuerdos tristes, los alegres, los momentos que extraño, los recuerdos que no volverán jamás. Es irónico, la lluvia es la que siempre me hace retroceder, y aún así amo la lluvia, es probable que eso se deba a que también ame recordar, a pesar de que duela, amo el dolor, y amo vivir de cosas que ya no están presentes, porque siempre pienso que en un pasado fui más feliz que ahora, a pesar de que no sea cierto. Deseo acabar con este semestre, estos son en los precisos momentos en los que ya no quiero nada más, suficiente estrés, suficiente trabajo, suficiente esfuerzo, seguiré siendo una sinverguenza toda mi vida, así que exigo unas largas e infinitas vaciones. Quiero dormir mucho, no tener deberes ni obligaciones, no desepcionarme de malas notas, no verle la cara a personas que me gustaría mantenerlas lejos, y por sobretodo, disponer de todo el tiempo necesario para dedicarlo a mi ocio, a mis hobbies, dibujar, tocar armónica, sacar fotografías, escribir y fumar.

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