No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

sábado, 21 de abril de 2018


No reconozco esta forma de ser; los amores y las traiciones golpearon demasiado fuerte en algún momento y alimentaron una fuerza destructiva que creció tanto que ahora es incontrolable, es inconsciente. Pareciera que todo lo real se esfumó y hoy vivo de corazas e incertidumbres, y es manejable, me estabiliza, me da una seguridad superficial sobre este suelo, pero es un estado tan ficticio que cuando la realidad sensible me visita me arrastra por la tierra y me escupe. 

Nunca pensé que así sería, pero quiero tener pena y dejarla volar, porque tengo ganas de sentir, de sentir de verdad. Sin embargo ahora sólo ojeo las fotos, las palabras, los momentos, pero ni lágrimas puedo saborear, y creo que es parte de vivir intensamente (o exageradamente), ya que o me hundo en la miseria o me convierto en un ser inerte y mal nacido, pero ni pensar en el equilibrio. 


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