No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

martes, 13 de septiembre de 2011

Todo gira en torno a nada.

Quiero hacer nada y conseguirlo todo, es porque ya hice mucho y no conseguí nada, ahora sólo espero que los segundos corran para poder crecer y llegar a ser quien debo ser para conseguir la primera parte de todo. Me frustra ver como la vida sigue dando las mismas vueltas, sin detenerse a analizar el esfuerzo o la pasión con que se ama y se desea, sin cambiar de aspecto, sin entregar cosas nuevas. No quiero perder a una persona más en mi vida, porque mi sensibilidad ya supera todas las etapas femeninas, por ende todo me duele, todo me entristece, simplemente no quiero tener que construir un cementerio para poder sepultar los cuerpos de todas las personas que se han alejado de mi vida por diversas razones, y enterrar todos los recuerdos que quedaron con dichas personas. Esta semana intenté más que nunca buscar la paz interior, aunque suene algo extraño, sentí una loca y desquiciada necesidad de ser feliz, y sabía que para atrapar esa felicidad sólo bastaba con encontrar paz, con olvidar y fabricar un presente único, en donde se pueda valorar hasta el más mínimo detalle, pero... es imposible en estos momentos y en este contexto, con la mierda que tengo que soportar en temas del amor, con cada pelea con mi mamá que por muy pequeña que sea siempre me evitará sonreír, estando dentro de un establecimiento en donde los soberbios mandan, nadie escucha, los asesinos se hacen las víctimas, y los religiosos siguen hablando de valores que jamás han puesto en práctica... no no, así no se puede.

Tengo demasiado sueño como para escribir algo menos honesto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario