Tengo una mezcla gigante de muchas cosas en mi estómago, en mi cabeza, en mi corazón y en mi alma. No sé que hacer con eso... no sé si ha servido escuchar más de 20 veces seguidas la melodía de esa armónica que vino a aliviar mi día. No sé nada y no quiero nada, juguemos al congelado y congelémonos para siempre. Enterremos la vida, enterremos la muerte, olvidemos el ayer, y...
Pienso tanto, desearía que mi mente se eche a perder por un par de días.
En ciertas ocasiones, lo único que podemos hacer para calmar los impulsos eléctricos de nuestra mente, es abusar de la espontaneidad, improvisar gradualmente, desde las decisiones más pequeñas en un día de relajo hasta las más relevantes que implican sacrificios en momentos cruciales...La mente por sí sola suele atormentarnos con sus juegos confusos, es por eso que, es mejor que esté subordinada a los sentimientos.
ResponderEliminar¿Quién escribió estas palabras? me desespera no saberlo :(
EliminarEncontré este blog por casualidades de la vida, y me llamó la atención...Eso...Creo que no hemos tenido el placer de conocernos, así que prefiero mantener el anonimato...Espero no molestar :)
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