No hay nada trivial

La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, sólo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Ya me fui.

Un oscuro lugar, sombras penetrantes y una difuminada niebla, que absorbe la sustracción de los verdes y azules, dejando sólo el gris que queda esparcido del humo de cigarrillo que rodea y encierra toda mi ciudad, esa que ayer conquisté y hoy estaba gobernando.
Hasta a mis propios pensamientos trato de evadirlos, intento engañarme a mi misma ¿cómo es eso posible?. Existe una situación presente que debería de una u otra manera importarme, pero no es así. Y ¿qué puedo hacer al respecto?. Ni si quiera siento culpa, aunque sí reconozco que no he hecho las cosas bien.
Cuéntame si esto es normal, dime qué debo cambiar, o cuál es la parte que está fallando yo no lo sé, yo sólo soy un robot que actúa y ejerce movimientos. Un robot que simplemente huye de aquello que le espanta, sí, ese es mi eterno objetivo; huir, escapar, esconderme. Alejarme cada vez que las cosas se comienzan a poner extrañas... ocultar mis propios deseos, sufrimientos y alegrías, como si no tuviese derecho a transformarme en un ser humano... simplemente, esa es una idea que siempre logro descartar.

Yo no soy Dios, ni tampoco poseo algún super-poder que me permita poder estar siempre ahí, no soy omnipotente y no sé que es lo que la gente espera de mí, pero no se los voy a dar, porque mi cuerpo y mi alma no están en un buen acuerdo, hay crisis en estos momentos y necesito estar aquí para solucionar mis propios mal entendidos, necesito estar conmigo, eliminar la mierda y tratar de encontrar una solución, después de eso, es probable que vuelva...

Sí ya me fui, me fui de ésta y no volveré jamás, seguiré recorriendo un camino de fantasma en pena buscando almas llenas de rencor, que ignoren mi desfile y me vean como lo que soy, un fantasma. Y me volveré a ir, el día en que esas almas vean más al interior de mí, o incluso más al exterior, da igual. Cuando ellos me reconozcan, me aprecien, o simplemente dejen de ignorarme, ese día, huiré y continuaré mi camino.

Dig - Incubus.

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